El mundo sin higiene
En Roma, con el inicio de la edad medio llegaron nuevas ideologías que también cambiaron nuestros hábitos higiénicos. Como consecuencia de las nuevas creencias a personas como los monjes les era prohibido mostrar su cuerpo pues era considerado pecado y debían ocultarlo todo el tiempo; luego otras personas usaban muchísimas ropas incomodas y coloridas demostrando poder o clase.
Durante esta época, las personas no acostumbraban bañarse; solo se ponían talco. Por las mañanas una persona común se lavaba la cara y las manos, luego se ponía talco en el resto del cuerpo y perfume para disimular los olores; incluso se ponían talco en el pelo.
Con la creencia de que bañarse era ponerse en peligro, pues la piel se remojaba y podía romperse además de que se ablandaban los músculos; las carísimas tinas se convertían en un lujo que se usaba una vez por año.
En ese entonces había personas que se bañaban una sola vez en toda su vida, principalmente los burgueses solo se bañaban cuando iban a casarse, si estaban enfermos o tenían una gran herida.
También, a falta de baños o inodoros, las personas podían defecar a plena calle, tal como lo hacían los caballos, vacas y cualquier otro animal de corral que anduviera por ahí.
Durante esta época, las personas no acostumbraban bañarse; solo se ponían talco. Por las mañanas una persona común se lavaba la cara y las manos, luego se ponía talco en el resto del cuerpo y perfume para disimular los olores; incluso se ponían talco en el pelo.
Los médicos aseguraban que el agua ablandaba la piel y transmitía enfermedades.
Con la creencia de que bañarse era ponerse en peligro, pues la piel se remojaba y podía romperse además de que se ablandaban los músculos; las carísimas tinas se convertían en un lujo que se usaba una vez por año.
En ese entonces había personas que se bañaban una sola vez en toda su vida, principalmente los burgueses solo se bañaban cuando iban a casarse, si estaban enfermos o tenían una gran herida.
También, a falta de baños o inodoros, las personas podían defecar a plena calle, tal como lo hacían los caballos, vacas y cualquier otro animal de corral que anduviera por ahí.
2 comentarios... por ahora
que asco a la verga
x k si no diran algo interesante ze empeñan en publicar commentz
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